BOSTON -- Alex Rodriguez comenzará jugando el jueves por los Yankees de Nueva York en Fenway Park, en lo que muy probablemente será el último partido de su carrera dentro de la rivalidad más grande que tiene la Liga Americana. Y pensar que 13 años atrás, "A-Rod" estuvo a punto de convertirse en un adorado miembro de la "Red Sox Nation", en lugar de pasar a la historia como uno de los visitantes más repudiados en Nueva Inglaterra.

Rodríguez, quien será dejado libre por Nueva York luego del partido del viernes para convertirse en un empleado de oficina en el Bronx, no estuvo en la alineación abridora el martes, cuando arrancó la penúltima serie entre los Yankees y los Medias Rojas Medias Rojas en Boston esta temporada.

El manager de los Yankees, Joe Girardi, dijo que "A-Rod" será su bateador designado el jueves, el único encuentro que abrirá en la serie. El abridor de Boston será el nudillista Steven Wright , el mejor pitcher del equipo este año y al que Rodríguez solamente ha enfrentado cuatro veces en su vida. El dominicano Michael Pineda abrirá por Nueva York.

En el primer choque, los aficionados en Fenway Park cantaron "Queremos a A-Rod" en la novena entrada, cuando Boston sobrevivió a cuatro boletos del cerrador Craig Kimbrel para ganar 5-3, logrando su cuarta victoria seguida en casa contra los Yankees y la décima de los últimos 14 encuentros en sentido general. Pero aunque la petición lució genuina, "A-Rod" no debería hacerse muchas ilusiones con los fanáticos locales.

Por muchas razones, además de usar una camiseta rayada y tener 59 jonrones contra los lanzadores de los Medias Rojas -- la tercera mayor cantidad de su carrera, detrás de los 70 que ha pegado a los Angelinos de Los Angeles y los 69 ante los Orioles de Baltimore -- Rodríguez es poco querido en Boston y sus alrededores. Los fanáticos de "Beantown" no le perdonan algunos encontronazos, ni aún por el hecho de que una vez estuvo dispuesto a reducirse el salario para facilitar su traspaso a los Medias Rojas.

"Soy el único individuo que trató de devolver $40 millones de dólares y el sindicato no lo dejó", reflexionó Rodríguez el martes, recordando cuando estuvo cerca de pasar a los Medias Rojas.

Todo ocurrió en el otoño-invierno del 2003. Rodríguez venía de liderar el joven circuito en cuadrangulares por tercer año consecutivo y de ganar el premio de Jugador Más Valioso (MVP) para los sotaneros Vigilantes de Texas . En los primeros tres años del mayor contrato de la historia en ese momento -- $252 millones de dólares por 10 temporadas -- Rodríguez bateó .305 con 156 jonrones, 395 carreras impulsadas y 44 bases robadas.

Tenía apenas 28 años de edad, era torpedero y estaba en la cúspide de una carrera que prometía terminar en el Salón de la Fama de Cooperstown. Pero Texas necesitaba reducir su nómina salarial para seguir operando con números verdes y lo más lógico era tratar de negociar a un pelotero que ganaba $25 millones, aunque para ello necesitaba la bendición de Rodríguez, quien tenía poder de vetar un traspaso indeseado.

"Un tiempo después que terminara la temporada me senté a conversar con el señor Tom Hicks, el dueño de los Vigilantes, y me ofreció tres opciones sobre mi futuro", dijo Rodríguez a Enrique Rojas, entonces corresponsal de Associated Press (AP) en Santo Domingo , luego de una conferencia que ofreció en República Dominicana el 20 de noviembre del 2003 para celebrar su primer premio JMV en las ligas mayores.

Las opciones que le presentaron a Rodríguez fueron quedarse en Texas y enfrentar una reconstrucción de la nómina del club de 130 millones a 70 millones de dólares; aceptar enmiendas al contrato; u ofrecer una lista de cuatro o cinco equipos para ser trasladado.

Después de pensar por dos días en la lista que quería Hicks, el estelar torpedero llamó a su patrón y le informó que prefería la tercera opción, pero que en lugar de cuatro o cinco equipos, solamente tenía dos. Yankees y Medias Rojas.

Rodríguez era el único torpedero de la industria que superaba en talento a los jugadores que tenían los Yankees ( Derek Jeter ) y los Medias Rojas ( Nomar Garciaparra ) en la posición seis, pero ninguno de los dos equipos desaprovecharía la oportunidad agregar a su alineación a un potencial bateador de 700 cuadrangulares.

De alguna manera, Boston, Texas y los Medias Blancas de Chicago pusieron de su parte y armaron lo que parecían dos cambios perfectos. Rodríguez iría a los Medias Rojas por el estelar jardinero dominicano Manny Ramírez -- quien había firmado tres años antes por ocho temporadas y $160 millones -- y el joven lanzador Jon Lester , mientras que Garciaparra iría a Chicago por el jardinero venezolano Magglio Ordóñez y un lanzador joven.

Para el propietario John Henry, el gerente general Theo Epstein y el asistente Jed Hoyer, la combinación de Rodríguez, Ordóñez y probablemente Brandon McCarthy tenía más probabilidades que el trío de Ramírez, Garciaparra y Lester de llevar a Boston el primer campeonato de la franquicia desde 1918.

Pero una semana antes de Navidad, la Asociación de Peloteros de Grandes Ligas rechazó el cambio entre Boston y Texas, que habría reducido cerca de $30 millones de dólares al pacto original de Rodríguez con los Vigilantes.

"Entonces supe que Boston iba a ser muy difícil de tratar, ya que eran muy inteligentes, muy estratégicos. Yo tuve la oportunidad de mirar detrás de la cortina y lidiar con Theo y John Henry en numerosas ocasiones, y Jed, y tras una larga negociación, tanto en mi casa y la casa de John Henry, hicimos que este acuerdo funcionara. Tuvimos una gran cantidad de personas involucradas", dijo Rodríguez el martes.

"Y al final, en la novena entrada, con dos outs, fue vetado. Esa fue una montaña rusa de emociones. A menudo se piensa en momentos, lo que habría sido", agregó Rodríguez.

Con Boston fuera de combate, entonces los Yankees entraron en acción y en febrero del 2004 completaron un complicado negocio de Rodríguez por el intermedista dominicano Alfonso Soriano y un jugador a ser nombrado más tarde -- Texas escogió a Joaquin Arias de un grupo de cuatro prospectos dominicanos que incluía al futuro Todos Estrellas Robinson Canó -- y la aprobación de "A-Rod" de mudarse a la tercera base para que Jeter siguiera en el campocorto.

Eventualmente, los Medias Rojas pudieron ganar, no uno, sino tres campeonatos (el primero en el 2004 y luego en 2007 y 2013), mientras que Rodríguez consiguió su propio anillo con los Yankees en el 2009.

"No he dado mucho pensamiento a eso. Me pareció que era un potencial emocionante, pero las cosas salieron increíble para los Medias Rojas. Resultaron bien para nosotros. Tenemos cuatro campeonatos entre nosotros -- tres y uno. Pero, en general, pienso que el juego creció increíblemente", dijo Rodríguez, quien ganó otros dos premios JMV con los Yankees antes de que su nombre fuera relacionado al uso de sustancias en el 2009, el mismo año en que ayudó a Nueva York a ganar el título.

"El 2009 sería mi recuerdo más importante", dijo Rodríguez acerca de los mejores momentos de su carrera de 22 años. "Cuando uno se pone el uniforme de los Yankees uno se preocupa de una sola cosa: Ganar campeonatos", agregó.

"Tuvimos equipos con los que, yo creo, pudimos ganar dos o tres veces, pero eso dice lo difìcil que es ganar un campeonato. El 2009 es un año que nunca olvidaremos yo, mi familia y los peloteros que lo compartimos", dijo Rodríguez, uno de dos peloteros de todos los tiempos con tres mil hits, dos mil anotadas, dos mil impulsadas y más de 650 jonrones.

Por Enrique Rojas y Marly Rivera / ESPN Deportes 
 
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