A propósito de la irrupción  en las Mayores del dominicano Gary Sánchez, veamos algunos de los jugadores criollos que han recibido bonos fabulosos a la hora de estampar su firma al profesionalismo y cual ha sido su destino.

Como una muestra de que el dinero pocas veces garantiza el desarrollo de un jugador, en enero de 1997 Josephang Bernhart se convirtió  en el primer jugador  criollo en recibir un bono sobre el millón de dolares (1.1 MM en enero de 1997). El sobrino de Moncho y Carlos Juan Bernhart apenas llegó a Clase A.

El bono más elevado lo ha recibido Nomar Mazara, 5.0 millomes en julio 2 del 2011. Mazara ha llenado las expectativas, rápidamente se ha convertido en un jugador regular con un equipo competitivo como el de Texas. Su proyección, aun siendo muy joven, es la de convertirse en una estrella, pues tienen el talento y la disciplina.

Michael Ynoa consiguió 4.2 MM al  firma con los Atléticos de Oakland en el 2008. Ynoa estuvo batallando con las lesiones, hasta llegar a las Mayores ocho años después de recibir todo el dinero y la fama por dicha firma. Actualmente se encuentra en las Mayores como relevista con los Medias Blancas.

Vladimir Guerrero Jr obtuvo 3.9 millones de dolares el año pasado en julio 2. El prospecto número 3 de los Azulejos está a nivel de Liga de Novatos (.283-8-44), recibiendo mas bases por bolas (33) que los ponches recibidos (30). Ocupa el cuarto puesto en remolcadas y noveno en jonrones en la Appalachian League.

El vegano Ronald Guzmán fue  firmado por Texas el mismo día que Nomar Mazara, consiguiendo  3.5 millones de dolares. Su desarrollo y talento no ha sido tan vertiginosos como el de Nomar. Fue promovido a Triple A, luego de una buena temporada en Doble A (.288-15-56, segundo en promedio de bateo de la Liga de Texas).

Miguel Sanó  estampó por 3.1 MM en el 2009 con los Mellizos. El petromacorisano está en un proceso de adaptación en las Mayores. Es un jugador joven, con un mundo por delante, claro debe realizar los ajustes necesarios para mantenerse en la élite de un negocio tan exigente como las Grandes Ligas.

Elier Hernández obtuvo  3.0 MM en el 2011 de parte de Kansas City. En cinco años apenas ha llegado a clase A fuerte y en esas cinco estaciones promedia .253, totalizando 20 jonrones. Ha estado todo el 2016 en la Liga de Carolina, Clase A Avanzada (.225-2-41 en 472 turnos).

Los Astros de Houston le dieron 2.6 millones a Ariel Ovando en el 2010.  Houston y luego los Cubs le dieron de baja. Bateó (.194) en 2013, (.237) en 2014. Fue convertido en lanzador el año pasado, aunque en el 2016 no ha estado muy bien (Con los Angelinos 0-1 7.48 en  Rookie).

Willy Mo Peña recibió en 1998 un impresionante bono de 2.4 MM de parte de los Yankees. Modesto estuvo los últimos cuatro años en el béisbol japonés. Hoy día está fuera de pelota.
Rafael Rodríguez consiguió 2.5 millones de los Gigantes en el 2008. No avanzó más allá de Clase A y se retiró el año pasado. Los mismos Gigantes le dieron 2.1 MM a Ángel Villalona en el 2006, en todo ese trayecto apenas ha llegado a Doble A (.151-1-3 en el 2016). Al parecer los Gigantes creen en los milagros, pues mantienen a Villalona activo.

Cincinnati firmó por 2.0 MM a Juan Durán en el 2008. En nueve años no ha podido pasar de Doble A y actualmente está en Clase A Avanzada. Guillermo Pimentel consiguió  2.0 MM de Seatlle en el 2009, su máximo nivel alcanzado fue Doble A. Su última actuación profesional fue el año pasado con los Gigantes del Cibao (3-1, .333).

Salvo casos excepcionales queda demostrado que el dinero no siempre es la clave del éxito para establecerse en las Mayores.

Por Horacio Nolasco / El Papá del Béisbol 
 
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